Por David Topí
Los seres humanos somos bastante
còmodos. Nos gusta que nos salven, nos arreglen, nos solucionen los
problemas, y nos pongan las cosas en su sitio, sin que nosotros movamos un
dedo para ello. No lo digo como crítica, es que realmente somos así.
En algún lugar de nuestra psique,
por la formación, origen y estructura que tenemos, poseemos la tendencia de
esperar que todo cambio venga de fuera, sea ejecutado por otros, nos venga
como regalado, y todo cambie, para bien por supuesto, por la acción, trabajo
y ejecución de los demás.
Estoy totalmente de acuerdo sobre
que esta faceta nuestra se ha potenciado y usado por las elites para tener el
control de las masas, pues, evidentemente, no se puede usar contra
nadie algo que no existe en el interior de esa persona, pero, por
otro lado, a veces me pregunto còmo podemos llegar a ceder tanto nuestro
poder a los demás, yo el primero, y no darnos cuenta de que es la forma más
sencilla de perder el control de nuestro destino.
¿Còmo que yo soy responsable de
eso?
Cada vez que esperamos que las guerras,
crisis, conflictos y demás historias del mundo, o nuestras historias
personales, las solucionen otros, principalmente nuestros políticos
o personajes en control aparente, estamos dándoles más poder a los que mandan
para seguir generando guerras, crisis, conflictos y demás.
Tenemos el sistema de vida en la
Tierra que tenemos, porque cada persona ha contribuido a co-crearlo, y
aunque salten todas las alarmas y el ego se revuelva diciendo cómo
me acusas de haber podido yo crear tanta miseria, violencia o maldad?,
básicamente la respuesta es muy sencilla, la suma de cada grano de maldad,
violencia o miseria que tenemos en nuestro interior, contribuye a la creación
de una macro realidad global, que es potenciada, aprovechada y manipulada
para mantener la situación en la que vivimos.
Tú no eres responsable directo de
todo lo que ocurre en el mundo, nada mas faltaría, ¿verdad? Sin embargo,
todos somos responsables indirectos porque la realidad física nace a partir
de la realidad energética, y la realidad energética se forma por la suma de
lo que todos nosotros proyectamos mental y emocionalmente. Es curioso que
cueste tanto entender esto, pero sí que cuesta porque hemos creído, durante
tantos milenios, que no tenemos ningún poder personal, que cuando alguien te
dice que tu eres responsable de tu realidad y de una porción de la realidad
común, lo primero que te viene a la cabeza es rompérsela a la persona que te
lo dice , y no tiene sentido alguno para nosotros que cualquiera de las cosas
que pasan en el mundo sean consecuencia de los granitos de arena mentales y
emocionales que nosotros hemos generado, que han salido de mi cuerpo
emocional y mental, los que tengo a 20 cm de mi cuerpo físico, ya que nos han
repetido mil veces que, en general, somos seres que dependemos de que otros
dirijan nuestras vidas para casi todo, porque no nos sabemos
dirigirnos a nosotros mismos y, por tanto, no tenemos poder ninguno
para generar esas cosas y situaciones que vemos en las noticias cada día.
Para cambiar algo ahí fuera, hay
que cambiar aquí dentro
Nuestras elites, vistas desde un
punto de vista muy elevado (no el humano, desde luego), son solo almas que no
llegan a darse cuenta de que pelear por recursos, por el control, o por un trozo
del planeta, no tiene ningún sentido. Al vivir enraizadas en el miedo intrínseco
a perder su posición, control y poder, avivan las luchas, conflictos y
peleas, que se transforman en las guerras, y otros sucesos.
Afortunadamente, cada vez somos
un poco menos manipulables, o mejor dicho, cada vez somos un poco menos cómodos
y pendientes de una salvación, arreglo o solución externa. Es decir, que cada
vez mas y mas personas se dan cuenta que nada cambia afuera si uno no cambia
adentro, aunque son minoría en comparación con los 7000 millones
de humanos que somos. Sin embargo, esas personas, que ya no esperan que el
sistema y el entorno cambie para cambiar ellos, son las que se encuentran con
el rumbo fijo y navegando a plena potencia hacia el cambio de nivel evolutivo
y habrán dejado atas la necesidad de que, para que ellos puedan avanzar o
evolucionar, o vivir la vida que quieren, otros tengan que hacer cosas,
solucionar problemas, arreglar temas pendientes o hacer que mejore la economía
o lo que sea. Pero, claro, primero uno tiene que darse cuenta, y esto no es
un tema de conocimiento intelectual, sino una constatación personal y
profunda, de que esto es así, es decir, no te sirve de nada que yo ahora te
lo esté diciendo en este articulo, solo te servirá cuando tú te des cuenta en
lo más profundo de tu ser de que, realmente, el mundo de fuera solo depende
del mundo de dentro, y nadie más que tu tiene control sobre ese mundo, el
interior.
No luchamos contra nada, sino a
favor de algo
Trabajar en contra de algo no
tiene ningún sentido, sino que siempre hay que trabajar a favor de algo.
Trabajar en contra del sistema actual no produce resultados, trabajar para
montar un sistema alternativo mejor, los produce todos. Poner energías en
enfrentarnos a algo que no queremos es mucho menos productivo que poner
energías en construir algo nuevo que si deseamos. Buckminster Fuller, dijo
una cita que durante mucho tiempo fue mi frase de referencia: "nunca
intentes cambiar las cosas luchando contra la realidad existente. Para
cambiar algo, debes construir un nuevo modelo que haga el actual modelo
obsoleto."
No hay nada que el ser
humano no pueda co-crear cuando tiene claro el poder que tiene. Que no nos
preocupe salvar el mundo, sino ejecutar cambios en nuestro
interior para hacernos con el control del mismo, de nuestro mundo particular
y real.La sociedad no se cambia por la accion externa de los que la
gobiernan, sino por la acción interna y particular de cada persona. Millones
de cambios personales producen cambios globales, y es la única forma en la
que las cosas funcionan y evolucionan.
saludos!
David Topí |
VOCES
CÓSMICAS, Mensajes del cielo
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