MAGIA ORGANIZADA PLANETARIA CAPÍTULO XIV
CONSIDERACIONES MÁGICAS SOBRE LA VENIDA A LA TIERRA DE LOS
SEÑORES DE LA LLAMA
Magia Organizada Planetaria (Conferencia de
V.Beltrán Anglada 1985)
Asociación Vicente Beltrán Anglada
La tradición oculta, revelada a través de “EL LIBRO DE LOS
INICIADOS”, que contiene la Sabiduría de las Edades, nos dice... “que vinieron
envueltos en una
nube de fuego, rasgando los éteres y a través de rayos de luz”.
¿Qué significado podemos atribuirle a estas afirmaciones ocultas?
En
nuestro mundo moderno se ha logrado fabricar unos mecanismos de
propulsión
que rebasan en mucho la velocidad del sonido, que es de 333 metros
por segundo
aproximadamente, en los cohetes espaciales, pero ningún aparato o
mecanismo –
sea cual sea su grado de sofisticación– ha logrado ser propulsado
a la velocidad
de la luz, 300.000 kilómetros por segundo, con la que al parecer fueron
enviadas a
la Tierra las nubes de fuego dentro de las cuales viajaron los
Señores de la Llama.
Este dato ha de ser tenido muy cuidadosamente en cuenta cuando
analicemos las
afirmaciones ocultas de “EL LIBRO DE LOS INICIADOS”, tratando de
asimilar
inteligentemente las investigaciones modernas acerca de los
llamados “platillos
voladores”, aunque sin caer en las excentricidades y excesivo
fervor de alguno de
tales investigadores, los cuales suelen ver fenómenos ufológicos y
pruebas de la
existencia de tales platillos voladores, en cualquier suceso
extraño que pueda
producirse en la atmósfera planetaria.
Para el investigador esotérico dotado de intuición y de
clarividencia en los
mundos ocultos, el fenómeno OVNI, tal como es corrientemente
considerado,
ocupa sólo un aspecto muy superficial en sus estudios, ya que
percibe aspectos
dimensionales muy distintos a aquéllos que estudian y en cierto
modo promueven
los especialistas ufológicos. Utiliza en sus investigaciones unas
facultades
mágicas que le permiten “taladrar” el tamiz sutil que separa las
tres dimensiones
conocidas de la cuarta, quinta y hasta sexta dimensiones del
Espacio y observar
allí fenómenos que, en opinión de los estudiosos de tipo
corriente, entran en el
campo misterioso de lo sobrenatural. Sin embargo, nada más natural
y científico
que investigar los hechos que tienen incesantemente lugar más allá
del velo de las
cosas conocidas. Lo menos científico en este caso sería negar el
hecho
incuestionable de que en el espacio cerrado a nuestros sentidos
meramente
físicos, ocurren unos maravillosos fenómenos de los cuales no
tenemos
ordinariamente noción, porque no hemos desarrollado todavía las
necesarias
facultades extrasensoriales que permiten observar aquellos hechos
o fenómenos.
Para quien haya estudiado suficientemente la manifestación de las
leyes
ocultas de la Naturaleza en el hombre, el hecho de que un Adepto,
o Maestro de
Compasión y Sabiduría, pueda construirse a voluntad y merced al
dominio que
tiene sobre las fuerzas dévicas que actúan en el Espacio, “un
cuerpo de luz, llamado ocultamente MAYAVIRUPA, con el cual puede trasladarse
por el Espacio
a increíbles velocidades, es aceptado en forma total y natural, ya
que la velocidad
conocida es sólo una medida impuesta por el hombre a su capacidad
limitada de
desplazarse por el mar, por la tierra o por el aire, utilizando
los variados
mecanismos de traslación, el ferrocarril, barcos, automóviles o
aviones a
reacción... Fuera del marco de las tres dimensiones conocidas e
impuestas por la
ley kármica que opera en los niveles de expresión humana, la
velocidad adquiere
un significado muy distinto que va desde la velocidad de la luz a
la ultravelocidad
que rige el desplazamiento de los cuerpos sutiles en otras
dimensiones del
Espacio, una realidad que habrá de ser tenida muy en cuenta cuando
analicemos
el proceso mágico mediante el cual pudieron viajar a la Tierra los
Señores de la
Llama y, más adelante, los Ángeles Solares que imprimieron el
sello de la mente
en el cerebro del hombre primitivo.
La nube de fuego dentro de la cual viajaron los Señores de la
Llama “a la
velocidad de la luz” –tal como se desprende de las afirmaciones
contenidas en “EL
LIBRO DE LOS INICIADOS”– parece afirmar el hecho de un gigantesco
mecanismo en cuyo interior viajaron las 105 entidades venusianas,
o “Señores de
la Llama” que instauraron la Gran Fraternidad de Shamballa en
nuestro planeta.
La idea de “mecanismo” que muy intencionadamente hemos introducido
en el
campo de nuestras investigaciones ocultas sobre la Magia
organizada planetaria,
parecería aseverar el hecho de que estamos de acuerdo con aquellos
investigadores en el campo de la Ufología, que estudian la
presencia de cuerpos
voladores, desconocidos ingenios de ultrarrápida propulsión de
procedencia
extraterrestre, surcando los espacios siderales de la Tierra.
Pero, sólo en una
cierta medida estamos de acuerdo en que somos visitados
constantemente y
desde el principio de los tiempos por estos extraños y misteriosos
cuerpos
procedentes de Dios sabe qué mundo, constelación o galaxia, sin
que al
investigador corriente de la ciencia ufológica se le ocurra
preguntarse, tal como
hace el investigador esotérico, si no existirá en cualquier
desconocido y remoto
lugar del planeta, alguna misteriosa Voluntad planetaria, algún
Gobierno Oculto o
alguna excelsa Corporación de Almas Superiores impuestas de tal
Poder y
utilizando tan poderosísimos medios técnicos, que sean capaces de
producir en el
espacio planetario una increíble cantidad de maravillosos
fenómenos naturales
que la Ciencia actual de la humanidad es totalmente incapaz de
comprender y
catalogar.
Las investigaciones esotéricas van siempre mucho más allá que las
investigaciones científicas y es por tal motivo que utilizando la
verdadera ciencia o
medida de lo natural, como soporte de sus investigaciones, el
estudiante de la
magia se proyecta hacia los niveles ocultos en un intento loable
de descubrir el
secreto de las cosas. Así, la venida a la Tierra de los Señores de
la Llama, “dentro
de una nube de fuego lanzada a la velocidad de los rayos de la luz”,
aparece ante
ese tipo de investigación oculta como un hecho muy natural y no
muy difícil de
realizar por aquellos expertos Magos, que procedentes del esquema
de Venus y
animados del fervor de lo eterno “aterrizaron un día en la Isla
Blanca, mecida
dulcemente sobre el Mar de Gobi” (EL LIBRO DE LOS INICIADOS), para
instituir
la Gran Fraternidad Blanca o Jerarquía Espiritual de la Tierra.
Pues, de la misma manera que un Adepto planetario puede construir
a
voluntad un cuerpo de luz o MAYAVIRUPA y desplazarse con él a
través del
espacio a increíbles velocidades, el excelso grupo de Señores de
la Llama
provenientes del esquema venusiano, mucho más avanzados
espiritualmente que
los Adeptos de la Tierra, bien pudieron crear a voluntad un
gigantesco
MAYAVIRUPA, o potente mecanismo etérico que, a la velocidad de la
luz o quizás
a una velocidad mucho más elevada, les permitiese viajar a nuestro
planeta
atravesando raudamente el espacio comprendido entre ambos
esquemas, el de
VENUS y el de la Tierra, a través de la inevitable cadena de los
mundos. Esta
idea, que desde el ángulo esotérico entra en el campo fecundo
aunque
desconocido de las propias leyes naturales, ha de ser muy
atentamente analizada,
pues de su estudio podrían derivarse grandes consecuencias en torno
al misterio
permanente que envuelve el gran Centro de SHAMBALLA y a las
incomprensibles
operaciones mágicas que tienen lugar en sus desconocidas e
impenetrables
entrañas celestiales.
Sin embargo, una de las grandes incógnitas a resolver por el
investigador
esotérico que intenta descubrir el secreto de la Magia Organizada
en nuestro
mundo, será sin duda el número de Señores de la Llama, 105 en
total, que
procedentes del esquema de Venus –tal como afirma la tradición
oculta– vinieron
a nuestro planeta y crearon aquella “colonia espiritual” –si
podemos decirlo así–,
que fue la cuna de la Fraternidad Blanca, o Jerarquía Espiritual
de la Tierra.
Quizás una de las claves mágicas para resolver esta incógnita la
tengamos
en lo que nos dicen los grandes Iniciados de la Tierra a través de
los libros ocultos
de la Logia espiritual: “...las 105 Entidades venusianas se
dividieron en tres grupos
de 35 unidades espirituales cada uno y éstos, a su vez, se
subdividieron en 5
grupos de 7 unidades cada uno, para atender eficientemente las
necesidades
evolutivas del planeta Tierra”. El número 7 corresponde por
antonomasia al
sistema solar del cual tanto VENUS como la TIERRA forman parte, y
el 5 es el
número distintivo de VENUS, un planeta sagrado, el quinto dentro
de su esquema,
que está recorriendo su quinta ronda dentro de su quinta cadena.
No hay dificultad
alguna entonces en comprender el origen y disposición de los
grupos de
Entidades venusianas o Señores de la Llama que vinieron a la
Tierra. Si se
hubiese tratado de entidades terrestres las que por disposiciones
solares deberían
ayudar en el desarrollo espiritual de un planeta menos
evolucionado, la disposición
y número de los grupos hubiese variado sensiblemente, habida cuenta
que el
número distintivo de nuestro planeta es el 4, por cuanto es el
cuarto planeta dentro
del esquema terrestre y que está recorriendo su cuarta ronda
dentro de una cuarta
cadena.
Siguiendo en la línea de la tradición esotérica que oculta los
verdaderos
tesoros de la Magia organizada planetaria y es el manantial
silente donde beben
los investigadores espirituales dignos de tal nombre, se nos ha informado
ocultamente que cada uno de los tres grupos de 35 Señores
venusianos
constituyó un núcleo de poder espiritual con una determinada
misión a cumplir en
la organización mística del planeta, para lo cual –como era de
esperar– se utilizó
en su constitución el mismo sistema operante en la Gran Logia
Blanca de SIRIO y,
por analogía, en la Gran Fraternidad Blanca del sistema solar,
encarnando los tres
principios creadores de Voluntad, Sabiduría y Actividad,
esotéricamente descritos
como SHIVA–VISHNU–BRAHMA en las grandes tradiciones místicas
orientales y
PADRE–HIJO–ESPÍRITU SANTO, tal como es considerado por las
iglesias
cristianas de Occidente. Veamos ahora la tarea inicial asignada a
cada grupo:
a. El primer grupo, constituido por SANAT KUMARA, el más grande de
los
Señores de la Llama, secundado por uno de Sus discípulos en Su
propia línea de Rayo y por otras 33 Entidades venusianas, tomó a
Su
cargo el aspecto SHIVA dentro de la organización espiritual que
debía
entrar en funciones, un aspecto que debido a las altas y potentes
radiaciones ígneas de la energía que debía canalizar, constituyó
el más
grande de los poderes conocidos aquí en la Tierra. SANAT KUMARA se
arrogó por derecho propio y de acuerdo con su alta e
incontrovertible
jerarquía espiritual el Gobierno de la Tierra, siendo desde
entonces su
REY y su SEÑOR.
Su gran discípulo, a Quien suele definírsele ocultamente como “el
primer Kumara” –aunque siempre bajo las órdenes del SEÑOR DEL
MUNDO–, encarnó la misión de introducir parte de estas energías
ígneas de primer Rayo en las entrañas místicas del reino mineral,
efectuando en el mismo grandes transformaciones y preparando los
elementos materiales segregados de este Reino, con los que serían
construidos en el transcurso del tiempo los cuerpos físicos de los
seres
humanos. Es por tal motivo y por el trabajo encomendado a este
gran
KUMARA, que en los tratados esotéricos se le conoce bajo la
designación de “Señor de las Razas”.
Conforme fueron sucediéndose las edades, este gran Señor venusiano
dejó su cargo a un esplendente Ser espiritual de la Tierra, a
Quien
ocultamente llamamos el MANU de la Raza y pasó a ocupar otro cargo
más elevado en el Departamento de Gobierno de la Tierra. SANAT
KUMARA, a su vez se desligó de Su compromiso inicial y pasó a
ocupar
el Centro Místico de la Gran Fraternidad, conocido como SHAMBALLA,
sirviendo de enlace perfecto entre la Tierra en su totalidad y el
Logos
planetario del esquema terrestre.
b. El segundo grupo de 35 Entidades venusianas en distintas
jerarquías o
grados de evolución espiritual, tuvo a su cargo la misión de
preparar la
conciencia astral del hombre primitivo y dotar de sensibilidad el
reino
vegetal. La gran Entidad venusiana a Quien en términos esotéricos
llamamos “el segundo KUMARA”, vinculó Su radiante Vida con el
Ángel
regente del reino vegetal y creó un misterioso puente de luz que
debería
conectar el reino vegetal y el plano astral de la Tierra con sus
elevadas
analogías en el planeta VENUS. Esta unión creó por
intercomunicación
de energías los “ingredientes” –si podemos utilizar semejante
expresión– mediante los cuales serían construidos los vehículos
astrales
de los Hijos de los hombres en sus numerosísimas y variadas
jerarquías. En el devenir de las edades y a medida que avanzaba la
evolución acelerada impuesta al planeta Tierra por las decisiones
solares, surgieron otras y más elevadas necesidades en el trabajo
de
este segundo grupo de Entidades venusianas, y los primitivos
requisitos
que tenían como objetivo “crear sensibilidad en la Tierra y en los
hombres”, desarrolláronse en otras esferas más elevadas y fue creado
entonces el Departamento de Enseñanza espiritual que a partir de
aquel
momento guiaría el alma de los hombres hacia su verdadera Patria
espiritual, la Casa del Padre. Actualmente este Departamento de
trabajo
jerárquico está bajo la dirección y guía de aquel excelso Ser, “Hijo
del
propio planeta” –según expresión védica– que esotéricamente
conocemos bajo el nombre de BODHISATTVA, siendo el KRISHNA de
los hinduístas o el CRISTO de las religiones occidentales, la
Entidad
espiritual que guía este poderoso Centro de Enseñanza, de luz, de
inspiración y sensibilidad.
El segundo KUMARA había dejado Sus elevadas atribuciones en manos
de aquellos grandes Iniciados, Hijos de los Hombres, que habían
cumplido con la Ley y desarrollado plenamente el propósito de
SANAT
KUMARA aquí en la Tierra, y EL ascendió a más altas esferas
espirituales para desempeñar tareas jerárquicas de más excelsa e
incomprensible responsabilidad.
c. El tercer grupo de Hijos de Dios enviados a la Tierra por el
Logos solar,
se ocupó de la tarea de preparar el campo de evolución de los
hombres
de la Tierra. Éstos poseían ya un cuerpo físico convenientemente
desarrollado y un vehículo astral que les infundía una cierta
sensibilidad.
El paso siguiente fue introducir las energías ígneas procedentes
de
SHAMBALLA en el reino animal y provocar en el mismo una serie de
“reacciones eléctricas”. Éstas atrajeron la atención de aquellas
Entidades cósmicas conocidas ocultamente como QUINTA JERARQUÍA
CREADORA, cuya evolución se realizaba en el quinto subplano del
quinto plano cósmico, denominado por los investigadores esotéricos
“LA
MENTE DE DIOS”. Una ulterior decisión procedente del Logos solar, determinó
la venida desde aquellos altos lugares de un ingente grupo de
Entidades de esta Quinta Jerarquía, con la misión específica de
dotar de
mente al hombre animal u hombre primitivo y a las especies
animales
más desarrolladas desde el ángulo de la evolución del reino. A
estos
esplendorosos Seres procedentes del quinto subplano del plano
mental
cósmico los conocemos en literatura esotérica bajo los nombres de
“Hijos de la Mente” o “Ángeles Solares”. A cada una de estas
excelsas
Entidades se las denomina también en términos teosóficos “el Yo
superior” de los seres humanos.
Cuando el hombre de la Tierra, poseyendo un cuerpo físico
potentemente estructurado y un vehículo astral en vías de rápido
desarrollo, adquirió la “luz de la mente”, consideró el tercer
gran
KUMARA que había llegado el momento de preparar el campo de
manifestación de los tres elementos vitales segregados por cada
uno de
los grandes KUMARAS. A este campo, nacido de la voluntad, el
esfuerzo y el sacrificio de los Señores de la Llama que procedentes
de
VENUS decidieron ayudar en la evolución de los hombres de la
Tierra,
se le definió desde un buen principio en términos de CIVILIZACIÓN
y,
desde entonces, es el precepto básico que rige la evolución
espiritual de
la humanidad a través de las edades.
En el transcurso del tiempo, y a medida que eran cumplimentados
los
requisitos esenciales de la evolución planetaria, el tercer gran
KUMARA
pasó Sus atribuciones jerárquicas a un gran Iniciado surgido del
propio
planeta y EL, al igual que hicieron anteriormente los dos grandes
KUMARAS que le habían precedido, pasó a ocupar un cargo superior
en
la labor jerárquica de la Tierra. Desde entonces el cargo de
MAHACHOHAN, o Señor de la Civilización, ha pasado sucesivamente a
otros grandes Iniciados de la Tierra y, tal como se dice
ocultamente, “así
se irá realizando hasta la consumación de las edades”, cuando la
humanidad actual haya alcanzado un grado de civilización y de
cultura
tan elevado que le permita pasar al quinto Reino de la Naturaleza,
el de
las Almas liberadas, en donde la estructuración de los grupos
espirituales y los métodos utilizados por el gran Centro de
SHAMBALLA,
serán sin duda muy distintos de los que imperan en el desarrollo
actual
de la CIVILIZACIÓN humana.
Como podrá observarse, todas estas explicaciones en torno de la
labor
desarrollada por los Señores de la Llama, concuerdan con cuanto
acerca de los
tres principales Departamentos del trabajo jerárquico, de la
Política, de la
Enseñanza y de la Civilización, nos fue facilitado por la
literatura teosófica y
esotérica corriente, aunque en las mismas y por el imperativo de
la Magia
Organizada que estamos investigando, hayamos introducido unas ideas
relativamente nuevas que le permitirán al lector inteligente intuir un campo de
observación
mucho más extenso, profundo y elevado.
Magia Organizada Planetaria (Conferencia de
V.Beltrán Anglada 1985)
Asociación
Vicente Beltrán Anglada
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