Aún los seres más
oscuros,
reflejos del
Todo-lo-que-es,
viajan por la espiral
de la ascensión
para llegar finalmente
a la Luz,
pues esa es la
naturaleza del Espíritu.
Estáis emergiendo de las sombras de vuestro pasado, os estáis
convirtiendo en seres libres en todo el sentido de la palabra, pero aún tenéis
que atravesar la negrura, el proceso de explorar vuestros miedos más profundos
como un pueblo y como individuos. Debéis tener valor y convicción. Entonces a
medida que exhibáis vuestra fortaleza al confrontar esos rincones oscuros de
vuestro interior, os daréis cuenta de que vuestros miedos están infundados y
vacíos. Será necesario que expreséis libremente vuestra verdad, que
cuestiones como el dogma del pensamiento establecido por la religión y el
gobierno de turno, y que os deshagáis de las cadenas del consumismo, así como
de fomentar el animal en vosotros.
Además, necesitáis aprender el perdón, pues esa es la expresión
suprema de vuestra divinidad. No importa con cuánta intensidad
puedan algunos aferrarse a sus mantos oscuros, siempre hay una chispa de luz
interior en todos los seres conscientes de todas las dimensiones. Os hemos
dicho que la luz es conciencia y que toda vida, de algún modo, es plenamente
consciente. Estamos unidos en nuestra travesía, vamos de regreso a
nuestro origen. Algunos deciden poner una enorme energía en la
oscuridad, otros se mueven rápidamente hacia la luz; sin embargo, reiteramos,
eso es un reflejo del libre albedrío. Confiad en que es así y que sois
libres de perdonar y aceptar a quienes se quedan atrás. En lugar de temer la
oscuridad, la podéis llenar de Luz. Éstas son las decisiones que
estáis tomando ahora, que vuestra aceleración está llegando a niveles
vibratorios más altos y experimentáis una expansión tan sublime en el corazón.
Id tras la belleza que abunda a vuestro alrededor,
en lugar de enfrascaros en la fealdad de los cuentos sensacionalistas de
vuestros medios de comunicación y esas imágenes holográficas de violencia y
depravación que se transmiten por vuestros televisores y ordenadores. ¿Qué
estáis esperando? Tenéis derecho a poseer el conocimiento que os han ocultado;
es vuestra prerrogativa recibirlo y compartirlo, y las redes de
comunicación están abriéndose para vosotros ahora más que nunca. Tenéis
el derecho y la facultad de hacer que brille la luz en los rincones oscuros de
vuestra ignorancia y de liberaros a vosotros mismos y al planeta de esa
atadura. De no ser así, será estéril y vana cualquier tarea que
emprendáis como viajeros del espíritu. Mientras no entréis en las
cavernas de vuestro temor más negro y dejéis que el torrente de aguas
estancadas de vuestra memoria fluya libre para siempre, no podréis llegar hasta
la luz blanca, donde la polaridad y la oscuridad se resuelven. Si
no tendéis la mano a los demás para que hagan los mismos descubrimientos, magro
será el fruto de vuestras relaciones solitarias, pues el amor es para
compartirlo. La Luz no conoce la limitación.
El miedo supremo, vuestro terror como seres físicos, aparentemente es el
miedo a la muerte, el cual hemos tratado en otros momentos de estas
transmisiones. Ahora ya sabéis que sólo al asumir la muerte y vuestra
propia inmortalidad es que podéis dejar a un lado la mayor aprensión que tenéis.
La creciente aceptación de la reencarnación y el proceso kármico os ayuda a
comprender vuestro eterno retorno y transformación. En verdad, el
entender la reencarnación es una gran ayuda a esa bestia primordial: el miedo a
la no-existencia.
Una interpretación os enseña el miedo y la culpa; la otra os da el
poder de reconocer la fuerza divina en vuestro interior. ¿Es de
extrañar que el poder ha favorecido la primera?
Los líderes religiosos os hacen postrar de rodillas para que obedezcáis
a Dios y le tengáis miedo al diablo o a cualquier ser maligno equivalente que
refleje la oposición a la fuerza divina en la expresión de una religión dada.
De igual forma, los gobiernos (dentro de otros Gobiernos ad infinitud), os hace
obedecer leyes dictadas arbitrariamente haciéndoos creer que existe un partido
político contrario como el culpable de todos los males. Es decir, esto se puede
aplicar a religión y política, en todas las épocas, aún en las culturas más
paganas, los espíritus malignos han sido perseguidos, expulsados, temidos y
venerados. Sin diablo no hay religión y sin oposición, no hay política, ¿no es
verdad? Es decir, si la religión y la política han de existir, ¿no le
hace falta un antagonista para crear la tensión dinámica tan necesaria en la
tragedia humana?…
Considerad la comedia griega o vuestras propias obras de teatro y
películas dramáticas modernas. Sin el contraste dinámico entre el
protagonista y el antagonista, sin el bueno y el malo y el feo, no hay trama
que pueda mantener atento a nadie. Las grandes y rentables
instituciones de las religiones y la política organizada en vuestro mundo
requieren miles de miles de millones de dólares para sustentarse, y éstas,
asimismo, tienen que mantener vivo vuestro interés para asegurar el flujo de
capital hasta sus arcas. Allí, donde cúpulas de oro e incalculables
riquezas cubren vuestros hogares de oración o, la financiación de campañas y
Congresos de Diputados y Senadores, es necesario que primero os tengan
totalmente convencidos de que existe un conflicto entre el bien y el mal para
contar con vuestras donaciones y pagos de tributos. Os preguntamos esto:
¿estaríais igualmente dispuestos a caer de rodillas y obedecer a los
sacerdotes, ministros y gobiernos si no hubiese un diablo en potencia del cual
os tienen que salvar?
Es decir, os han hecho creer que existe un Lucifer como extremo oscuro,
y un partido político de rango contrario que es simbólicamente otro Lucifer.
La oscuridad, entonces, tiene que redefinirse, y vosotros podéis
hacerlo, una vez que eliminéis el miedo a la muerte y al diablo. Os
recordamos que sólo la ignorancia os puede mantener encadenados, y
cuando exploréis vuestras sombras y aceptéis que incluso la oscuridad está al
servicio de la humanidad, verdaderamente obraréis en luz.
La mayoría de vuestras religiones y gobiernos de vuestra civilización os
ha metido el miedo tan adentro que va a ser una tarea monumental para vosotros
superarlo, transformarlo para cambiar las impresiones que lleváis en el ADN, y
luego abrazar todo en un sentimiento de perdón. Ese polo de
la oscuridad existe para que dispongáis de esta ELECCIÓN, este
LIBRE ALBEDRÍO, para ofreceros los retos de la existencia como dioses por
derecho propio antes de que regreséis a la Unidad absoluta.
Habéis elegido obedecer durante incontables milenios de su control, por
más que os hayan forzado y manipulado para ello. En este momento a la luz de
esta gran transformación, contáis con más libertad que nunca para elegir no
hacerlo, pero sigue siendo una decisión que, como seres conscientes, tenéis que
tomar. Muchos prefieren la oscuridad, contentos de permanecer
prisioneros en su ignorancia, su miedo y su cólera. Otros eligen la luz,
sabiendo que el conocimiento y el amor rompen las cadenas.
La libertad de elegir entre el bien y el mal es lo que le da sentido a
la experiencia, pues si la polaridad no existiese en absoluto, ¿podría haber
libre albedrío? Si lo único que conocierais fuese la luz, ¿qué propósito
tendría la vida? ¿Dónde encontraríais vuestra motivación? En verdad, si
no hubiera batallas que librar, ninguna dificultad que superar, ninguna
decisión que tomar, ¿habría alguna razón de existir, de separarse
“aparentemente” del Yo Divino. Vosotros, como chispas de la luz divina, os
separasteis de la esencia divina para desarrollaros como entidades
individuales; para conocer vuestra propia divinidad; para existir. Y luego, una
vez que habéis enfrentado los retos de esa voluntad, regresáis a la totalidad:
el resplandor.
Los polos os ofrecen la exaltación de sus reflejos. Es decir, cuando
experimentáis el sufrimiento, entonces entendéis la alegría; cuando os habéis
ahogado en lágrimas, entonces conocéis la absolución de la risa. El dolor es al
placer lo que el error es al acierto, lo que no es así; cada aspecto depende del
otro para su identidad.
Lamentablemente, en el cuerpo emocional de la humanidad predomina la
carga de las vibraciones más bajas, en estos momentos en que el planeta está
dominado por tanto dolor y sufrimiento. Sin embargo, no tiene por qué ser así,
como lo habéis averiguado vosotros, quienes estáis despertando.
Estáis CAMBIANDO LA MÚSICA y muchos están empezando a oír-la por primera
vez.
Y ahora, dado que os pedimos que exploréis la polaridad Dios-diablo
(dualidad bien-mal), no podemos hacer menos que dirigir vuestra atención al
hecho de que, a medida que entráis en la conciencia acuariana, estáis
presenciando extremos de luz y oscuridad en lo que denomináis el movimiento de
la Nueva Era Dorada. Os lo hemos dicho: hay quienes han elegido el lado
oscuro, pues se trata de aquellos cuya identidad del ego no ha sido liberada, y
por ello no entienden que no están separados de vosotros. Las acciones
de los guerreros oscuros finalmente los vuelven en contra de sí mismos. Entretanto,
ellos, en verdad, os son útiles, pues os proporcionan la polaridad que da lugar
a la elección.
Vosotros, quienes estáis despertando, seréis llamados para prestar
asistencia a estos seres, pues todos deben ir hacia arriba. A la larga, todos
os iluminareis; éste es, sencillamente, el camino del Espíritu. Aunque
son muchos los que han elegido revolcarse en la negrura, debéis recordar
siempre que todo ser es un reflejo de la Luz Divina. Por más tenue que sea,
está allí, pues cada uno lleva la chispa de la creación. Todos los
seres tienen el espectro del arco iris en su interior (el sistema de chakras),
no importa lo apagado y sin lustre que sea su reflejo. Se puede llegar a ellos.
Si os resulta doloroso imaginar una misión semejante, donde podríais ser
convocados a hacer brillar la luz de vuestro amor y compasión en esas
oscurísimas sombras, recordad que también vosotros, en algún momento de vuestra
larga travesía, habéis bebido el vino de la oscuridad.
Os amamos profundamente sin medida.
Somos Los Sirianos
Transcripción: José Carlos López Garrido
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