martes, 12 de junio de 2012





Lord Kuthumi
  


Despierta la dulce voz del alma reclama por su Amada Patria, pareciendo aún a los sentidos lejana cuando no ha blandido aún la hora sagrada del despertar del Cristo interior, llameando con su Luz resplandeciente la conciencia desde entonces iluminada.
Antes que aclare, las sombras parecieran posesionar el entorno, mas siempre en las alturas el sol despierto está alumbrando con suaves resplandores de cobijo y calor  a toda la vida creada.
Al amparo del Creador crece y se desarrolla su progenie. La lámpara de su sagrado aliento nutre  la brisa perfumada con el inmaculado soplo de Su corazón y ¡La vida se multiplica en la infinita rueda que gira y gira!
Despierta el alma perfuma a su alrededor esencia de flores de la Luz  Crística, todo lo que sus manos tocan, sus pies caminan, sus ojos contemplan, retoma el lazo con el Padre y ese es el verdadero sentido de la experiencia de la vida en las diversas formas.
Mientras se desvanece  la ilusa trama de lo imperfecto, es sutil la voz del Cristo, más profunda su conciencia. Ella atraviesa por los más densos obstáculos, ella clama por la compasión y la ayuda fraterna, ella promueve todas las fibras del cuerpo para irradiar Su magna Luz  y esparcir, como la preciosa brisa matutina, sus rayos luminosos por todas partes.
Canta la aurora reverenciando al nuevo día; cantan las aves en sus nidos cuando el amanecer besa nuevamente a la Tierra; cantan las aguas cuando descienden de las laderas de las montañas y se unen en alegría  jovial a los manantiales y ríos; canta el fuego entregando de su esencia su cobijo; cantan las flores cuando despuntan su belleza, abiertas en su plena madurez en los estíos; canta la vida entera  la melodía de la creación; así el Cristo canta alabanzas en el corazón cuando  despierto en la belleza de los sentidos todo lo bendice a su paso.
Contemplemos los ciclos que pasan y no se desperdicie el tiempo, postergando la plenitud de la expresión del Cristo encallado aún en la bóveda del cuerpo, cuando los obstáculos son aquellas  repetidas imperfecciones que opacan la pura diadema de Su Trinidad Perfecta de Amor, Sabiduría y Poder infinito.

Por Mirtha Verde-Ramo
Fundación Actividad Saint Germain
 www.saintgermain.cl
Santiago de Chile, 11 de Abril de 2012.



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