“SER ESPIRITUAL NO ES HABLAR DE
DIOS, ES MOSTRAR TU DIVINIDAD EN LO QUE REALIZAS”
EL SUPERMERCADO ESPIRITUAL
Es una tentación andar de sitio en sitio, de escuela en escuela, de grupo
en grupo, buscando experiencias fuertes y sin establecer un compromiso de auto
investigación y práctica profunda en una disciplina concreta.
USARLO COMO HOBBY: Un entretenimiento placentero o intelectual, con
escasa implicación personal. Como decía la antropóloga y maestra zen Joan
Halifax, "hay aficiones peores" (y sabía bien lo que decía, ella que
trabajaba en las cárceles). Pero si te lo tomas como un entretenimiento, (para
darte importancia, para creerte especial) sin consciencia, compromiso,
honestidad, ni profundidad) no es fácil que se dé la transformación personal
profunda.
AUTODECEPCIÓN: Leemos libros y escuchamos a supuestos maestros que nos
transmiten conceptos como el desapego, la compasión, la humildad, el no juzgar,
el trabajo interno etc.). Por un momento nos engañamos pensando que hemos
alcanzado una comprensión de esas cosas, pero más adelante observamos en
nuestra experiencia que no, que no está integrado, que cuesta. Puede que te
desmotives por un momento, pero tienes que aprender a aceptarlo
(aceptarte) y seguir avanzando.
LA ADICCIÓN A LAS EXPERIENCIAS MÍSTICAS: Durante la meditación puedes
llegar a experimentar estados alterados de conciencia de gran gozo, intensidad
y felicidad profunda. No te obsesiones con volver a alcanzar esos estados
porque es impredecible. Ábrete a ellos pero no los persigas demasiado porque
podría ser causa de decepción y desmotivación -especialmente porque cuanto más
los persigues más te rehúyen.
LA INFLACIÓN DEL EGO: Incluso puede parecerte que has alcanzado la
realización (comprensión profunda) del sentido de la vida y cosas así. Puede
que hasta te creas que has alcanzado la iluminación o el despertar. No te
entusiasmes demasiado y sigue practicando. Lo que importa es como aplicas todo
eso a tu vida cotidiana y a tus relaciones con las demás personas.
ABANDONAR TUS RESPONSABILIDADES: A veces, ciertas experiencias
místicas o "realizaciones" (como la experiencia de la vacuidad o que
la realidad no existe tal como interpretas) pueden conducirte a observar el
mundo de una manera "pasota", como si no fuera contigo, como si tú ya
estuvieras más allá, y abandonar tus responsabilidades. Te equivocas, eso no te
acerca más al camino espiritual sino que te aleja de él.
A MODO DE CONCLUSIÓN
PRACTICAR LA SABIDURÍA EN LOS CONFLICTOS COTIDIANOS MUCHAS VECES ES MÁS
DIFÍCIL QUE RETIRARSE A UNA CUEVA A MEDITAR, FUERA DEL MUNDANAL RUIDO.
La psicología analítica denomina a este fenómeno “la inflación del ego
desbordado por la aportación de contenidos del inconsciente colectivo.
El yo al contemplar tanto poder, se hincha, crece y se atribuye como
propios todos los éxito de su alrededor. Es la embriaguez de las diferentes
formas de poder. Podemos ir de grupo en grupo, sin encontrar nunca la comunidad
que responda plenamente a nuestras expectativas… ya que nos creemos dueño de la
verdad y nos vemos como llamados para reformar, etc. etc.
El peligro es quedarnos solos sin haber llegado a ningún sitio, porque no
encajamos en ninguna parte, así caemos en la frustración y muchos vencidos por
el desaliento y sin fuerzas abandonan el camino. Mientras tanto la verdadera
espiritualidad, nos espera en nuestro grupo, en nuestra familia en nuestra vida
diaria, que realmente es donde hay que ejercerla.
LA VERDADERA ESPIRITUALIDAD ES UN PROCESO UNICO, INDIVIDUAL, DE
CONSCIENCIA, ELEVACION VIBRATORIA, RIQUEZA INTERIOR, FORTALEZA, INTELIGENCIA,
DISCERNIMIENTO, MUCHO AMOR Y ENTREGA, SIN EXPECTATIVAS.
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