Si tan solo se tuviera conciencia de las palabras que se dicen y el peso que éstas tienen sobre sí mismas y sobre los demás, el mundo sería distinto.
Muchas veces, o la mayoría de éstas se habla sin pensar en el trasfondo que llevan las palabras, se alaba, se halaga, se ofende, se prometen cosas que quizá ni siquiera hemos pensado si seremos capaces de cumplir o no, pero se dicen.
Estamos entrando en nuevos portales, en nuevas frecuencias y canales evolutivos en el que no solo aquellos que ya conocen o dominan el tema están involucrados, sino que como TODOS SOMOS UNO y hay quienes apenas comienzan a despertar su conciencia entran en el conflicto mental de no saber si se hace o no lo correcto, pero no se piensa si lo que se dice es de la misma manera adecuado para sí mismo y justo lo que el que el oyente está preparado para escuchar.
Poco a poco debemos tratar de ser más coherentes con nuestro decir, pensar y actuar, de este modo estaremos hablando no solo con la boca, sino también con la conciencia y el corazón, lograremos ser personas más equilibradas e iremos evolucionando porque tendremos un verdadero equilibrio, un equilibrio que se notará a metros de distancia, pues es así como la gente brilla.
Pareciera que no es tan sencillo, pero en realidad es una tarea diaria y sencilla si poco a poco tomamos en cuenta lo anteriormente escrito, así también se evitarán muchos conflictos no con los demás, sino con nosotros mismos pues somos presos de nuestras mismas trampas. No se trata de ensayar diálogos o de ser retóricos, se trata de ser sinceros de preguntarnos: ¿es necesario decir eso?, ¿mi intervención aportará algo bueno?, ¿lo que diré es lo que verdaderamente pienso y siento?, ¿qué consecuencias tendrán mis palabras?
Un dicho popular mexicano dice que “el pez por su propia boca muere”, es por esto que debemos responsabilizarnos de lo que digamos, no podemos ir por ahí hablando de otros o de nosotros mismos y de lo que nos sucede solo por la desesperación de no tener un amigo cercano a quien decírselo, es muy posible que más adelante tengas verdadera relación con ese aparentemente “desconocido” y seas testigo del eco de tus palabras.
Si quieres auto-compasión y ganar adeptos puede que lo logres pero esto será momentáneo, no puedes engañarles a todos a la vez. Las palabras y los pensamientos tienen un gran peso y una enorme fuerza, por eso es muy importante tener conciencia de lo que hablamos y más de lo que pensamos pues enviamos señales inmediatas al Universo y nuestros deseos son órdenes. Al hablar cuidemos nuestras palabras y pensemos que no todos entenderán o interpretarán lo que en verdad deseamos transmitir.
¿Cómo lograrlo?
Respira hondo, tan hondo como te sea posible, sumérgete en ti, en el amor, en la confianza en ti mismo, permítete escuchar tu corazón, ilumínate como el sol al amanecer, expándete como el loto en el agua, visualiza el amor y abrázalo, la sabiduría llegará, la paz será eterna y tu tranquilidad será comparable con la de los árboles, que se dejan mover al soplar del viento, sin forzar, solo dejarse llevar y ser por el amor Divino.
Si es así, lograrás solo dar palabras de inmenso amor que ayudarán a tu crecimiento en todos los niveles y en el de los que te rodean. Atrévete a comenzar hoy a ser consciente de tus palabras.
Martha Elena López Cuello
Martha Elena
La magia es un estado natural y espiritual del Ser en el que tu mente se llena de asombro, tu imaginación se eleva y súbitamente es posible perseguir tu sueño más profundo. La magia puede iluminarlo todo en tu vida, solo tienes que abrir la puerta a tu espíritu interior y dejarlo entrar.
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